
_ Hola, papá. Veo que tienes un nuevo amigo.
_ Hace tiempo que está conmigo. Como a tu madre no le gustaba, lo guardé en la caseta de las herramientas. ¡Ya está! Les voy a reconciliar. ¡Perfecto! ¿Qué te parece?
_ Dime, papá, si encontraras una cosa de tu infancia que hubieras apreciado como un tesoro, ¿cómo te sentirías? ¿Feliz, triste, o quizás nostálgico?
_ Este gnomo no es de cuando yo era niño. Me lo regalaron mis camaradas del regimiento cuando me jubilé.
_ No, papá, me refiero a cosas que se guardan en secreto, como si tuvieran un gran valor.
_ Tendré que volver a pintarlo antes del otoño.
_ Prepararé té. ¿Te apetece?
Y mis ganas de estudiar siguen perdidas por algún lugar... Si alguien las encuentra, que me lo haga saber, por favor.
[Leyendo: Marcianos, go home! - Fredric Brown]
No hay comentarios:
Publicar un comentario