lunes, 19 de julio de 2010

Flor del desierto



Amo a mi madre. Amo a mi familia. Y amo África.

Desde hace más de 3.000 años, las familias creen firmemente que una joven a la que no se le ha hecho la ablación es impura, porque lo que tenemos entre las piernas es impuro y debe ser extirpado y cerrado después, como prueba de virginidad y virtud.

La noche de bodas el marido coge una cuchilla o una navaja y corta, antes de penetrar por la fuerza a su esposa. Si no se hace la ablación a un mujer, no se casa y, por consiguiente, es expulsada de su aldea y se la trata como a una puta.

Esta práctica continúa a pesar de que no figura en El Corán.

Es bien sabido que, a consecuencia de esta mutilación, las mujeres enferman psicológica y físicamente para el resto de sus vidas. Esas mismas mujeres son la espina dorsal de África.

Yo sobreviví, pero dos de mis hermanas no. Sufía murió desangrada después de ser mutilada y Amina falleció en el parto, con el bebé aún en su vientre.

¿Hasta qué punto se fortalecería nuestro continente si un ritual tan salvaje fuera abolido? Existe un proverbio en mi país: "El último camello de la fila camina tan deprisa como el primero". Lo que nos pase a cualquiera de nosotros, afecta a todos los demás.

Cuando era una niña decía que no quería ser mujer. ¿Para qué cuando sufres tanto dolor y eres tan desdichada? Pero ahora que he madurado, estoy orgullosa de ser lo que soy.

Por el bien de todos nosotros, intentemos cambiar lo que significa ser una mujer.



**Tráiler Flor del desierto**:
http://www.youtube.com/watch?v=ltkuUUPzHaE



Impactante y cruda. Hay que verla para entender un poco mejor el drama de la ablación femenina.

Porque eso es lo que es.

Un drama que sigue vigente en el siglo XXI y que afecta a 135 millones de mujeres al año. Es una práctica bastante extendida en África y Oriente Medio. Actualmente, la inmigración ha traído esta costumbre también a Europa.

La ablación femenina consiste en la escisión o amputación del clítoris, con el fin de que la mujer no sienta placer sexual y así evitar una supuesta promiscuidad. Existe también una forma más agresiva de ablación, llamada infibulación, que consiste en la extirpación del clítoris y de los labios mayores y menores, y el posterior cosido de los lados de la vulva, dejando únicamente un pequeño orificio para la menstruación y la orina.

Aunque esta práctica esta oficialmente abolida, se sigue llevando a cabo en niñas cada vez más jóvenes (5 años o menos). Muchas de las mujeres que son sometidas a esta mutilación mueren desangradas durante la operación o semanas después debido a infecciones, ya que la amputación suele llevarse a cabo con cristales, cuchillas de afeitar u objetos semejantes, en lugares sin ningún tipo de salubridad.

Esta tradición salvaje, cruel y totalmente contraria a los derechos humanos, no podrá cambiar hasta que no sea extirpada la ignorancia de los pueblos que la practican.



Luchemos y manifestemos con todas nuestras fuerzas la repulsa que sentimos hacia este crimen de nuestro tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario