martes, 13 de julio de 2010

Al día siguiente no murió nadie...



-Foto: Krónika Lírika en Rivas-







Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme, efecto a todas luces justificado, basta recordar que no existe noticia en los cuarenta volúmenes de la historia universal, ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido un fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas veinticuatro horas, contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas, sin que se produjera un fallecimiento por enfermedad, una caída mortal, un suicidio conducido hasta el final, nada de nada, como la palabra nada. Ni siquiera uno de esos accidentes de automóvil tan frecuentes en ocasiones festivas, cuando la alegre irresponsabilidad o el exceso de alcohol se desafían mutuamente en las carreteras para decididr quién va a llegar a la muerte en primer lugar.



Las intermitencias de la muerte (José Saramago)







Echo de menos a mi Ani, que se encuentra por tierras bruselianas preparándolo todo para su gran aventura de Erasmus, que empezará en septiembre.

¡¡Vuelve pronto!!







Y se acercan dos semanas de felicidad total a tu lado... ♥







Aquella noche tan larga,
te divisé al final de la calle,
yo quería salir corriendo,
pero no fue el amor tan cobarde...


Deluxe - El amor valiente

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