Ese joven que tararea bajo el fotomatón se llama Nino Quincampoix. A la edad en que Amélie no tenía contacto con otros niños, él tuvo demasiados. Es posible que, en el mismo instante, a 9 kilómetros de distancia, los dos soñaran con tener un hermano o una hermana y así no estar solos.
Hoy, primer día de piscina del año... ¡¡Ya era hora!!
Mientras estaba tendida al sol cual lagarto, he tenido el gran placer de escuchar la siguiente conversación entre un niño y una niña que miraban obnubilados el interior de un cubo de plástico rosa:
_ ¡Mira, la mariquita no se ha muerto, sigue viva! Coge una flor y échasela.
_ Sí, es verdad, porque las mariquitas comen flores. Pero hojas no. No sé por qué ponen las hojas en las plantas, si son muy feas y no sirven para nada.
_ Las hojas sirven para hacer más bonita la Naturaleza.
_ ¡Ah, claro!
Sólo por escuchar esto, ha merecido la pena sobradamente el calor y el cansancio post-piscinil...
=)
Por cierto, creo que no estoy al día de la "moda trajes de baño temporada 2010". Una gran cantidad de los adolescentes que pululaban por allí (tanto chicos como chicas), derrochando hormonas, llevaban un curioso atuendo. Las chicas llevaban por encima de la parte de abajo del bikini unos shorts de flores hawaianas, con la parte del culo bajada (igual que con los vaqueros, pero con los pantalones cortos) y se bañaban con ellos; es decir, eran parte del atuendo piscinero. Y los chicos, lo mismo, sólo que ellos debajo del bañador largo hasta la rodilla y con estampados molones de surfero yanqui, llevaban unos bañadores ajustados, de esos tipo boxer, que también mostraban alegremente por la parte del trasero.
Lo dicho, me estoy quedando totalmente desfasada.
xDDDDDDDDD
Y tras la tarde de piscina, noche de tormenta eléctrica, con relámpagos, truenos y toda la parafernalia...
Mi no entender la climatología.
[Leyendo: La costa más lejana - Úrsula K. Le Guin]
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