
-Foto: el resultado de mi visita de hoy a la peluquería (¡¡ya era hora, después de 9 meses!!)- =)
¡¡¡Hasta luego, trasnochar todos los días y pasarme horas pegada al ordenador!!!
¡¡¡Hola, madrugar, comer fuera de casa y ser de nuevo responsable!!!
Jum, la vida es así... ¡¡Creo que podré sobrevivir!! xDDD
Últimamente, me doy cuenta, cuando veo la televisión, de que en todos los telediarios y programas de actualidad no dejan de meternos por los ojos lo tristísima y deprimente que es la situación de los pueblos que se han quedado sin poder ver la caja tonta porque no tienen repetidores para las antenas de la nueva Televisión Digital. Como si eso fuese la mayor desgracia del Universo, un auténtico apocalipsis, una catástrofe de alcance nacional.
Y yo me pregunto... ¿No les habrán hecho un grato favor? Vamos a ver, entiendo que en los pueblos no existe una vida cultural apabullante que digamos. En la mayoría de los casos, ni cultural, ni social, ni casi de ningún otro tipo. Pero es que yo escucho a la gente mayor que sale en las noticias diciendo: "Cuando se hace oscuro, mi mujer y yo nos sentamos en el sofá y nos quedamos ahí sin mirarnos a la cara y sin hacer nada... ¡Es tan triste y tan aburrido!", y es que se me cae el mundo encima, ¡¡vaya basura!! ¿Pero qué demonios me están contando? La mayoría de esa gente ha vivido toda su infancia y gran parte de su juventud sin televisión, y los que son algo más jóvenes, gente de la edad de mis padres, empezaron a ver la tele cuando ya tenían memoria y no crecieron con un televisor en cada casa, sino que tenían un aparato para todo el pueblo. ¿Entonces qué pasa? ¿Realmente nos hemos acostumbrado tantísimo a sentarnos sin pensar delante de un trasto que escupe colores, gritos y música, que hemos subordinado todas nuestras capacidades sociales a la existencia de tal cacharro?
¿Dónde ha quedado lo de comer todos juntos, charlando sobre cualquier tema? ¿O salir a dar un paseo? ¿O sentarse a leer sin pensar en nada más? ¿O pararse junto a una ventana a mirar las estrellas por un rato? ¿O escuchar música por el mero placer de escuchar música? ¿O dibujar, hacer punto de cruz, escribir, construir maquetas, coleccionar cosas estúpidas, leer el periódico, jugar a las cartas...?
¿Es que todo el maldito mundo se ha olvidado de cómo se hacen esas cosas?
[Leyendo: Beatles - Lars Saabye Christensen]
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