
Amélie tiene 6 años. Como a todas las niñas, le encantaría que su padre la cogiese en brazos de vez en cuando, pero él sólo tiene contacto con ella durante el examen médico mensual. La pequeña, desconcertada por esta intimidad excepcional, no puede impedir que su corazón lata con fuerza. Por ello, su padre la cree víctima de una anomalía cardíaca. A causa de esta ficticia enfermedad, la niña no va a la escuela y es su madre quien hace de profesora.
Supongo que hay personas de las que jamás esperas una decepción...
Una gran equivocación, sin duda.
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