
Cinco años después, Amélie es camarera de una cafetería de Montmartre, "Les 2 Moulins".
29 de agosto de 1997, en 48 horas el destino de Amélie Poulain va a dar un giro. Pero, por ahora, ella no sabe nada. Lleva una vida tranquila entre sus compañeras y la clientela habitual.
Ella es Suzanne, la dueña. Suele beber, pero nunca ha derramado un vaso. Siendo joven fue bailarina ecuestre en el Medrain. Le gustan los deportistas que lloran por un fracaso y le disgusta ver en su cafetería a un hombre que es humillado ante su hijo.
En el estanco trabaja Georgette. La pobre es hipocondríaca; cuando no tiene migrañas, le molesta la ciática. Le disgusta oír la frase "Que Dios bendiga el fruto de tu vientre".
Ésta es Gina, la compañera de Amélie. Su abuela era curandera. Lo que le gusta es hacer crujir los huesos. La vemos siriviendo un batido de frambuesa a Hipólito, un escritor fracasado. A él lo que más le gusta es ver cornear a un torero por la tele.
El tipo que les mira con el ceño fruncido es Joseph, un amante celoso rechazado por Gina. Espía para comprobar si alguien le sustituye. Le gusta reventar las burbujas del plástico de embalaje.
Y, por último, Philoméne, la azafata. Amélie cuida a Rodri, su gato, cuando está de viaje. A Philoméne le gusta el ruido que hace el cuenco de su gato. A Rodri le encanta estar presente cuando cuentan cuentos a los niños.
Este finde todo el mundo me abandona... ¡¡Jum!! Hala, hala, marcháos y dejadme tranquilita.
Pero, eso sí, traédme algo bonito.
=)