
Hoy me gustaría hablaros sobre un sueño que tengo desde hace la tira de años...
¡¡Sí, habéis acertado!! Lo que yo quiero por encima de todas las cosas es viajar a Japón y verlo TODO, TODO, TODO.
Desde siempre me he sentido fascinada por su cultura, su gastronomía, su literatura, su cine, sus modas... Creo que a lo único que, hasta ahora, no he conseguido pillarle el punto es a su música actual, pero también es verdad que para eso es bueno tener un gurú musical que te guíe un poco y yo nunca lo he tenido. De momento, todo lo que he escuchado me ha sonado más o menos igual, incluso algunas cosas francamente mal, pero eso no quiere decir que no le conceda un voto de confianza al asunto, que husmeando por aquí y por allá siempre se descubren cosas interesantes.
=)
He puesto esta foto para ubicaros un poco en el tema geográfico del país de mis amores, pero no os extrañe que otros días vaya poniendo fotos de distintas cosas que me llaman la atención de la cultura nipona, ¡¡jeje!!
Justamente esta tarde he estado dialogando sobre este tema con cierto personajito encantador y me ha dicho que, si consigo ahorrar durante un año la pasta suficiente, la primavera que viene nos vamos juntos a Japón.
¡¡¡Sería alucinanteeee!!! =)))))))))
Y claro, como toda buena enfermiza obsesionada con un tema en concreto, continuamente estoy buscando leña para añadir al fuego. Para ser más específicos, en esta ocasión la leña se presenta bajo esta forma:
http://www.frikis.net/Esta weblog la escribe un chico español que reside actualmente en Tokyo y me tiene completamente enganchada. Vamos, no os digo más, que las horas de curro se pasan de lo más ameno gracias a sus aventuras y desventuras. Os la recomiendo 100% si os interesa el tema.
Mi día de hoy ha sido algo curioso, ¿sabéis?
Este mediodía, justo antes de salir para el curro, se ha escuchado en mi pueblo el trueno más potente y estruendoso que yo haya oído en toda mi vida. No os digo más que ha vibrado el suelo de mi casa, se han puesto a ladrar todos los perros y han saltado las alarmas de un montón de coches. ¡Os juro que no es una exageración poética, es que ha sido algo increíble! Y hay más testigos que lo pueden corroborar. He dicho.
El trueno, por supuesto, no ha caído porque sí, es que ha habido una tormenta de las tremendas y he llegado al trabajo con los pies como un caldo. ¡¡Viva el confort!! xDDD
Además de eso, hoy había paros laborales en Renfe durante todo el día (así, para variar un poco, ¿sabéis? xD), por lo que me he encontrado teniendo que esperar al tren en Valdemoro la friolera de 50 minutazos a las 12 de la noche, ¡¡ppfff!! Menos mal que iba agradablemente acompañada, como de costumbre, por mi libro, porque si no os digo yo que me da un tabardillo, vamos.
Ese retraso en coger el tren ha tenido la encantadora consecuencia de que, después, al coger el Metro Sur, todos los viajeros hemos tenido que bajarnos 2 paradas antes de la mía y esperar a que viniera el siguiente tren, porque resulta que justo a esa hora empiezan a mandar trenes ya para las cocheras y van alargando la frecuencia. Qué bien, ¿eh?
Pero, esperad, que es que ahora viene lo mejor de todo... Voy yo tranquilamente sentada en el Metro, leyendo mi libro, cuando de repente la tía más bocazas del Universo conocido se ha puesto a contar a VOZ EN GRITO el final de
Lost allí mismo. Y yo... ¡¡¡¡aaaahhhh!!!! ¡¡La mato, la reviento, le corto la lengua, le hago el harakiri!! Si me véis, tapándome un oído con una mano e intentando encontrar mi i-pod con la otra para ponerme los auriculares y dejar de escucharla, os partís el culo de mí, en serio, ¡¡¡jajaja!!! Aún así, ya era tarde, porque cuando he sido consciente de lo que la maldita cerda estaba narrándoles a sus amigos tan contenta, ya me había enterado de todo, ¡¡ggggrrrr!! Y yo que pensaba usar este verano para verme toda la serie y vivir de intriga en intriga tan contenta... xDDDDDDDDDD
Y bueno, así para terminar, me ha tocado hacer de canguro del conejo y las dos tortugas de mi hermana, que está en Barcelona en un encuentro de intérpretes de Lengua de Signos, que es lo que ella estudia, así que he ido yo con toda mi buena voluntad a alimentar a Chester y, como estaba tan impaciente por comer lo que le echaba, el tío me ha dado un hocicazo en el brazo y he derramado por todo el suelo y por mis pantalones del pijama montones de comida conejil. Puf, ¿vosotros sabéis lo que supone ir recogiendo los diminutos cachitos de los que se compone la comida esa uno a uno como una imbécil? ¡¡Ha sido tronchante, de verdad, jajaja!! Encima, odio cómo huele la maldita comida, así que me he tenido que cambiar de pantalón del pijama... xDDDDDDDDD
En fin, voy a ver si me paseo por el País de los Sueños un ratito, que últimamente gozo de un insomnio muy majo y tengo el organismo trastornado.
;-)
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Leyendo:
Cuatro caminos hacia el perdón - Úrsula K. Le Guin]