domingo, 30 de mayo de 2010

Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain *15*



_ Vaya, usted es la joven que vive en el 5º. No se deja ver mucho.

_ Disculpe, ¿sabe algo de un niño que vivió en mi casa en los años 50?

_ ¿Un niño? ¿Le apetece una copita de oporto?

_ No, gracias.

_ Sí, sí. Entre, cierre la puerta.

_ Uf, niños... He conocido tantos niños... Al principio hacen gracia, pero luego montan unos cacaos increíbles. Si habré conocido niños...

_ ¿Desde qué año vive usted aquí?

_ Desde el 64. La gente ya le habrá contado historias...

_ No. No veo a nadie.

_ Vaya, eso me sorprende. Siéntese. Mi marido trabajaba en la compañía de seguros "La Mariquita". A la gente le encanta decir que se acostaba con su secretaria. Lo cierto es que fueron a todos los hoteles de por aquí. Y no a los más baratos porque a esa zorra le gustaba abrirse de piernas, pero en sábanas de raso. Así que mi marido empezó a meter mano en la caja. Al principio un poco y luego 50 kilos de golpe. Así que ¡alehop!, los dos se fueron a La Pampa. Beba. Resulta que el 20 de enero de 1970 llamaron a mi puerta y dijeron: "Su marido está muerto, se estrelló en un autobús en América del Sur". En aquel momento mi vida se detuvo y León, el Negro se murió de pena. Pobre criatura... Observe con qué amor mira a su amo. Un dia le leeré sus cartas. No, no, quédese. Tendrá 5 minutos, ¿no? Éstas son de cuando estaba en el servicio militar. "Querida Mado, apenas duermo ni pruebo bocado. Vivo con la total certeza de haber dejado en París mi única razón para vivir. No te volveré a ver hasta el segundo viernes de marzo, cuando mi querida comadreja aparezca en el andén de la estación con su vestidito azul de tirante, y entre paréntesis, ése que es algo transparente". En fin, nada más. Ya está. ¿Alguna vez le han escrito algo así, señorita?

_ No, no soy la comadreja de nadie.

_ Me llamo Madeleine Wallace. Se suele decir "llora como una magdalena", ¿verdad? Eso dicen. Y Wallace igual que las fuentes de agua. De modo que estoy predestinada a llorar. Bien... Ah, sí, usted quería saber... Vaya a ver al tendero Collignon. Siempre ha vivido en el edificio.








¡¡Puf, vaya fin de semana más agotador!! Y no precisamente por mis intensas horas de estudio casi inexistentes. xDDD ¡¡Soy de lo peor!!

Mañana, de nuevo a la lucha diaria, pero con una gran diferencia... Ésta es mi última semana de clases, ¡casi ni me lo creo! =)







The Beatles - Yesterday

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