sábado, 23 de mayo de 2009

Polvo de hadas



-Foto: estatua de Peter Pan en Kensington Gardens (Londres '08)-







Uno de los rincones más encantadores y entrañables que visité en Londres... ¡¡¡Me hizo tanta ilusión, que tardé más de media hora en conseguir despegarme de allí!!!

Hoy he vuelto a pensar en esta preciosa estatua porque le prometí a alguien comprar polvo de hadas en cuanto me durmiera ya que, como todo el mundo sabe, el polvo de hadas sólo puede conseguirse en sueños...

♥ I LOVE PETER PAN ♥ Sí, sin duda, lo adoro... A él y a todo lo que él representa.

domingo, 10 de mayo de 2009

Escapada



-Foto:descansando en la Silla de Felipe II (El Escorial)-







Ha sido como una huída sin pedir permiso a Dios ni al diablo... ¡¡¡¡Cada minuto ha merecido la pena!!!!

Muchísimo sol hasta que, de pronto... ¿dónde coño se ha ido el sol? ¡Mierda, y yo con sandalias, jajaja!

Excursiones con resbalones, tropezones y hasta con un maravilloso encuentro con el País de las Hadas (maravillosas esas flores flotantes).

Risas hasta tener dolor de estómago

Curiosos paseos bajo la lluvia

Presuntos fantasmas que atacan mientras una inocente muchacha prepara la cena

Trivial (sin trampa ni cartón, jajajaja)

¡¡¡¡ANOOO!!!! xDDDDDDD

Twister (doloroso, sin duda, pero muy fotogénico)

Cartas (incluso etílicos lo conseguimos)

Y todo esto, regado con abundante alcohol...


LOVELY WEEKEND

viernes, 8 de mayo de 2009

jueves, 7 de mayo de 2009

Muñeca rota



A veces es como si los años no aportasen sabiduría sino, únicamente, temor y decepciones...

Nunca hice caso a mis muñecas... Ahora deseo, a veces, que ellas pudieran ser lo más importante de mi mundo.

Quiero volver a mi rincón de los cuentos, mi escondrijo secreto de los sueños...

miércoles, 6 de mayo de 2009

Sonrisas y más sonrisas



Hay palabras que liberan...

Y la sonrisa sincera es el mayor gesto de libertad...

Libertad para ser feliz

martes, 5 de mayo de 2009

Druk-Yul (Tierra del Dragón del Trueno)



Las puertas del aeropuerto de Paro están abiertas al viento de par en par. El pequeño edificio y su única pista se hallan en unos campos pardos salpicados de montículos de estiércol. Los campos se distribuyen en terrazas onduladas bordeadas de hierba quemada por el sol; intrincados senderos conducen hasta las casas, blancas y con marcos de madera oscura. Veo a una joven con un vestido amarillo y anaranjado, dos caballos, tres vacas, un cuervo posado en un sauce sin hojas. Hay un río azul pálido que salpica las piedras blancas y lisas y un puente colgante de madera. Más arriba, sobre un promontorio, se alza una enorme fortaleza de gruesos muros blancos que se estrechan a medida que suben, y un chapitel dorado centellea por encima del tejado granate.

Por todas partes se alzan montañas y más montañas, de un dorado claro y pardo a la luz de febrero. En un extremo del valle, más allá de un conjunto de cumbres oscuras y escarpadas, resplandece un pico blanco. En el otro extremo, las montañas redondeadas se despliegan con suavidad hasta confundirse con el azul ahumado de la distancia. En las laderas veo grupos de banderas de oraciones, tiras largas y estrechas de tela blanca que ondean al viento suspendidas de postes altísimos.

Aquí es donde he llegado después de dejar atrás las ciudades indias, desordenadas y dispersas sobre llanuras envueltas en neblina. Al principio, las montañas estaban muy por debajo, valles encajonados cubiertos de bosques densos e impenetrables. "Señoras y señores_ ha dicho el piloto_, iniciamos el descenso a Paro". De pronto el pequeño avión se ha precipitado entre las montañas y me ha dejado sin respiración mientras rozábamos cordilleras y descendíamos hacia uno de los escasos valles de Bután con una superficie lo bastante llana y amplia para permitir el aterrizaje de un avión.

El sol se esconde entre dos colinas y la tarde se acaba. La cola avanza con lentitud. Yo soy la última en llegar al mostrador. El funcionario inspecciona meticulosamente mi visado y después sella el pasaporte. En la pista, bajo las banderas que restallan con furia, sólo quedan mis bolsas de viaje. Las arrastro al interior. He llegado.



En el País del Dragón (Jamie Zeppa)



Bután... Algún día...

lunes, 4 de mayo de 2009

Sueños en Granada...



Granadino: si buscas a Granada
en Granada, verás que la ciudad
te oculta la ciudad y no es verdad
lo que ves. Tu ciudad imaginada

existe en tu recuerdo y en tu edad
pero tu recuerdo es olvido, es nada
y el Lago lava a diario la soñada
historia que a diario inventa la ciudad.

Granada es la presencia de su ausencia.
Granada la construye tu esperanza
y lo que ves es sólo tu deseo.

Por eso su belleza, según creo
desconcierta al Tiempo con su esencia
pues nunca es realidad sino añoranza.