
Páginas y páginas de fotos de carnet desechadas que sus decepcionados propietarios habían chafado, roto, rechazado... y que un loco de la vida había reconstituido minuciosamente y catalogado.
¡Menudo álbum familiar!
El jueves pasado, cuando llegaba a casa después de un largo día de clases y curro, me topé de repente cara a cara con mi amiga Azu... Hacía meses que intentábamos quedar sin éxito y mi cordura empezaba a resentirse realmente tras tantos meses sin una conversación con ella. ¡Me puse tan contenta!
Ya sabéis... Son justo ese tipo de días en que estás deseando llegar a tu hogar, cerrar la puerta detrás de ti y decir: "Mundo, hasta aquí he llegado hoy". Un jueves un tanto decaído y grisáceo. Y, de repente, te encuentras con alguien por sorpresa, sueltas una exclamación de alegría, la abrazas, sonríes... y todo vuelve a su lugar. Te olvidas del cansancio y de la melancolía sin nombre que se agazapaba hoy en tu pecho. De nuevo la vida desborda perfección a tu alrededor.
Ella un batido de crema catalana, yo un batido de leche merengada con canela... y nuestra conversación. Cientos y cientos de palabras que fluyen con rapidez, se desbordan, se superponen unas a otras... porque no sabemos cuándo será la próxima vez que vamos a encontrarnos, cuándo habrá nuevamente otra ocasión para sentarnos frente a frente y contarnos, sin más, qué tal nos va la vida.
Me despedí con otro abrazo y una sonrisa gigante, la misma que permaneció en mis labios todo el camino de vuelta a casa. ¡Volvamos a chocarnos pronto de nuevo, por favor!
Es maravilloso sentir que el camino de tus días está empedrado de pequeños momentos perfectos...
=)
♫ Iron & Wine - Flightless bird, american mouth ♫