lunes, 23 de diciembre de 2013

La magia de Paula Bonet


Vuelvo al blog de manera un tanto intempestiva para hablaros de ella: Paula Bonet. Una ilustradora que ha conquistado mi corazón y mis pupilas en muy poquito tiempo.


Si ya la conocíais, seguro que a vosotros también os tiene enamorados. Si no la conocíais, os invito que os deis una vuelta por su web y veáis las maravillas que salen de su cerebro y de sus mágicas manos.


Recuerdo que la primera vez que pose la mirada en una de sus ilustraciones pensé: "Eso es, madre mía, así me siento yo miles de veces".


Creo que es bonito terminar el 2013 sabiendo que existe gente como ella en el mundo... Gente llena a rebosar de talento, de ganas, de ilusión por mostrar, por compartir y por transmitir.


Brindo por un 2014 absolutamente repleto de arte, de risas, de buenos libros, de tazas de té pero también de gintonics, de manos entrelazadas, de lágrimas ardientes (ésas que alguien te enjuga con el pulgar para después besar tu mejilla húmeda), de paseos invernales, de escondites y encuentros, de telones alzados, de miradas cómplices, de silencios serenos, de pelajes suaves, de atardeceres solemnes, de llegadas y partidas, de descubrimientos, de bostezos sinvergüenzas, de labios dulces y labios salados, de latidos rápidos, de conversaciones inflamables, de nuevas pupilas ante nuestras pupilas, de cielos de pizarra, de sollozos desgarrados, de dolores de cabeza (que al curarse sólo dejan alivio infinito tras de sí), de dudas sobre, debajo y dentro de la almohada, de "yo puedo" y de "yo no puedo". Un 2014 repleto de VIDA.


Y cuando os sintáis llenos de mar por dentro, pensad en Paula Bonet, que también lo sintió y nos regaló a todos esta ilustración para demostrarnos cuanta belleza puede haber incluso en los momentos duros.